EL HILO PERDIDO

Eterna Cadencia


 Una nueva traducción del clásico de Flaubert, acompañada de notas que permiten una mejor comprensión de la historia, de la cultura y de la sociedad francesa de la época.


"Lo que le reprochamos a Flaubert es no haber sabido darles interés verdadero a ninguno de sus personajes. Madame Bovary resulta repelente, y Monsieur Bovary, Monsieur Homais, Monieur Rodolphe y Monsieur Léon son todos repelentes, muy comunes, almaceneros, burgueses. En la vida, dirán; peor para ustedes si es así; yo prefiero la vida de una novela bien falsa, bien fantástica, llena de imaginación y de quimeras, en la que encuentre con felicidad, si no el mundo que me rodea, al menos los sueños que me consuelan". Anatole Claveau, Courrier franco-italien, 1857


"Madame Bovary es la exaltación enfermiza de los sentidos y de la imaginación en la democracia descontenta". Armand de Pontmartin, Le Correspondan, 1857


"No hay calificación, no hay crítica para las obras de este tipo. El arte cesa en el momento en que nos invade la basura. Ha sido necesario el espantoso desarreglo de los espíritus, su libertinaje, su insolencia, sobre todo su incurable estupidez, para que un hombre que lleva un nombre recomendable e ilustre, según dicen, haya osado reivindicar públicamente el honor que puede conferir una publicación tal". Léon Aubineau, L'Univers, 1857


Ser un clásico, como dijo el crítico George Steiner, "es ser leído constantemente, seguir siendo inagotable y provocar profundos disensos... pero también, es ser mal leído".

Madame Bovary. Costumbres de provincia, Gustave Flaubert

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 Una nueva traducción del clásico de Flaubert, acompañada de notas que permiten una mejor comprensión de la historia, de la cultura y de la sociedad francesa de la época.


"Lo que le reprochamos a Flaubert es no haber sabido darles interés verdadero a ninguno de sus personajes. Madame Bovary resulta repelente, y Monsieur Bovary, Monsieur Homais, Monieur Rodolphe y Monsieur Léon son todos repelentes, muy comunes, almaceneros, burgueses. En la vida, dirán; peor para ustedes si es así; yo prefiero la vida de una novela bien falsa, bien fantástica, llena de imaginación y de quimeras, en la que encuentre con felicidad, si no el mundo que me rodea, al menos los sueños que me consuelan". Anatole Claveau, Courrier franco-italien, 1857


"Madame Bovary es la exaltación enfermiza de los sentidos y de la imaginación en la democracia descontenta". Armand de Pontmartin, Le Correspondan, 1857


"No hay calificación, no hay crítica para las obras de este tipo. El arte cesa en el momento en que nos invade la basura. Ha sido necesario el espantoso desarreglo de los espíritus, su libertinaje, su insolencia, sobre todo su incurable estupidez, para que un hombre que lleva un nombre recomendable e ilustre, según dicen, haya osado reivindicar públicamente el honor que puede conferir una publicación tal". Léon Aubineau, L'Univers, 1857


Ser un clásico, como dijo el crítico George Steiner, "es ser leído constantemente, seguir siendo inagotable y provocar profundos disensos... pero también, es ser mal leído".

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